Rosarios bellos y duraderos. Artesanías Católicas.

El Escapulario de la Virgen del Carmen es un símbolo religioso muy importante en la tradición católica, especialmente vinculado con la Orden de los Carmelitas. Consiste en dos pequeños pedazos de tela unidos por cordones, que se colocan sobre los hombros del devoto, uno en el pecho y otro en la espalda. Este escapulario representa un signo de consagración a la Virgen María, en su advocación del Carmen, y expresa el deseo del creyente de vivir en comunión con Dios, bajo la protección de la Virgen. Es también un recordatorio del llamado a la oración y al compromiso cristiano.


Según la tradición, la Virgen del Carmen se apareció a San Simón Stock, superior general de los Carmelitas, en el siglo XIII, y le entregó el escapulario con la promesa de que quien muriera llevándolo no sufriría la condenación eterna. A partir de ese momento, se convirtió en un sacramental muy difundido entre los fieles, quienes lo usan como una señal de fe y esperanza en la intercesión maternal de María. El Escapulario también está asociado con el llamado "privilegio sabatino", que sostiene que la Virgen ayudará a las almas que lo lleven con devoción, especialmente liberándolas del purgatorio el sábado siguiente a su muerte.

Escapulario Tradicional

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El Escapulario de la Virgen del Carmen es un símbolo religioso muy importante en la tradición católica, especialmente vinculado con la Orden de los Carmelitas. Consiste en dos pequeños pedazos de tela unidos por cordones, que se colocan sobre los hombros del devoto, uno en el pecho y otro en la espalda. Este escapulario representa un signo de consagración a la Virgen María, en su advocación del Carmen, y expresa el deseo del creyente de vivir en comunión con Dios, bajo la protección de la Virgen. Es también un recordatorio del llamado a la oración y al compromiso cristiano.


Según la tradición, la Virgen del Carmen se apareció a San Simón Stock, superior general de los Carmelitas, en el siglo XIII, y le entregó el escapulario con la promesa de que quien muriera llevándolo no sufriría la condenación eterna. A partir de ese momento, se convirtió en un sacramental muy difundido entre los fieles, quienes lo usan como una señal de fe y esperanza en la intercesión maternal de María. El Escapulario también está asociado con el llamado "privilegio sabatino", que sostiene que la Virgen ayudará a las almas que lo lleven con devoción, especialmente liberándolas del purgatorio el sábado siguiente a su muerte.

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